domingo, 3 de mayo de 2015

MUFFINS DE VAINILLA CON ARÁNDANOS



Esta es la otra receta que les había prometido subir este fin de semana, y como soy mujer de palabra, aquí tienen :-)
En otras ocasiones les he comentado que me gusta mucho la combinación que hacen el sabor de la vainilla junto con la acidez de los arándanos. Con ella preparé estos muffins con algunos arándanos azules frescos y otros congelados que me quedaban en la nevera.

Si tú también quieres hacer estos muffins necesitarás lo siguiente.

*INGREDIENTES: (para unos 15 muffins)

-Arándanos azules. (Si son frescos mejor, yo utilicé también congelados porque de los otros me quedaban pocos)
-120 gr. de harina o copos de avena.
-4 cdas. de harina de almendras (almendras molidas)
-2cdas. de aroma de vainilla.
-Edulcorante al gusto.
-Ralladura de 1 limón (opcional, pero el toque que le da le va muy bien)
-Una pizca de sal para realzar sabores.
-1cdta. y 1/2 de levadura en polvo.
-2 huevos.
-7 claras.
-125 gr. (1 tarrina pequeña) de queso fresco batido desnatado (sustituible por misma cantidad de yogur desnatado natural o sabor vainillas arándanos,fresa o frutos del bosque.)

*ELABORACIÓN:
Antes que nada precalentar el horno a 170°-180° para que a la hora de hornearlos esté en la temperatura óptima.
Colocar en el vaso de la batidora todos los ingredientes excepto los arándanos y triturar hasta lograr una mezcla sin grumos.

(En la imagen⬇ aún no lo había batido)


Reparte la masa en moldes para cupcakes llenando 2/3 de su capacidad e introduce algunos arándanos a cada muffin.


Hornea a 170°-180° en modo repostería/ventilador. Si no tienes esta función en tu horno no pasa nada, bastará calor arriba y abajo. Cuando al pinchar con un cuchillo la punta de éste salga limpia significa que ya están listos los muffins.



Como siempre les suelo decir, yo aconsejo apagar el horno y dejar la puerta cerrada un par de minutos cuando la masa casi esté hecha. Así ahorraremos energía y terminará de cocinarse con el calor residual que guarda éste en su interior.
Luego abrir la puerta y dejar otro par de minutos reposar dentro.


El toque cítrico que le da la ralladura del limón le va fenomenal, aportándole frescor a su sabor.


Los arándanos frescos quedan en la masa ya horneada como si fuera mermelada, medio fundidos. Pero que tuve que agregarle congelados porque era muy poquita la cantidad que tenía de los otros.


Pues ya puedo dormir tranquila esta noche porque he cumplido mi palabra de postearles las dos recetas que tenía pendientes esta semana. Espero que hayan tenido un feliz puente y aprovechemos las horas que nos quedan del mismo para recargar bien las baterías y empezar mañana la semana con toda la energía posible.
Muuuuaks!!!!

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